Uno de los mejores legados que nos dejó la Expo 2008 fue la transformación de las riberas del Ebro en la mayor avenida de la ciudad. En la actualidad, este tramo urbano necesita un plan para su recuperación, limpieza, embellecimiento y conservación. También unas nuevas instalaciones para el uso deportivo en torno al río.
En un reciente encuentro con representantes de la asociación Iberflumen, el Club Deportivo Monkayak Hiberus, la Federación Aragonesa de Piragüismo y la Federación Aragonesa de Remo, la portavoz del Grupo Municipal del PSOE, Lola Ranera, mostró su malestar por el “abandono” de las riberas durante los últimos años. “Las riberas del Ebro son uno de los entornos más bonitos de la ciudad», subrayó.
Con la Expo se consiguió que la ciudad mirara hacia el Ebro, «se recuperaran las riberas, que los ciudadanos disfrutaran de ellas, porque un gobierno socialista se creyó que las riberas eran parte de Zaragoza», destacó la portavoz socialista en el Ayuntamiento de Zaragoza. En los últimos años, la inversión ha sido nula en esa zona y se ha notado el deterioro”, denunció Ranera.
En la actualidad, apuntó Lola Ranera, hay al menos unos 10.000 usos deportivos del río al año. “Zaragoza podría ser una ciudad privilegiada de la parte acuática y náutica. Podríamos ser referentes en este ámbito, pero se necesitan unas nuevas infraestructuras y así lo están solicitando los usuarios”, añadió la portavoz socialista en el Ayuntamiento de Zaragoza.
Ranera criticó, además, la “triste situación” de todos los elementos y equipamientos que se instalaron en las riberas con la Exposición Internacional de 2008. “La Asociación Legado Expo Zaragoza 2008 ha denunciado en repetidas ocasiones el evidente deterioro de estas obras y elementos. El Ayuntamiento de Zaragoza debería reconocer la especial protección de estos elementos al ser parte del legado de la muestra internacional”, solicitó.